21.6.11

Cuerpo estufa en verano

En el mes de junio se inaugura el verano. Por si hay algún despistado, la prueba irrefutable es el posado veraniego de Ana Obregón. Como cada año, nuestra más polifacética artista nos deleita con sus posturas imposibles y esos modelitos de baño que sólo Anita sabe exhibir. Ella mejor que nadie nos recuerda que el estío cumple tres máximas fundamentales: calor, playita y bikini. Es la estación del año en la que nos sometemos a la prueba de fuego con nuestras siluetas que con los excesos del invierno dan como resultado: los cuerpos estufa. Cuerpos con mucha forma curvilínea, con mucha caloría acumulada y con falta de dedicación. Si es que tanta cervecita, tanto bocata de panceta y echar culo en el sofá tiene sus consecuencias. Nuestra Anita, musa veraniega española, está delgadísima y cuida su cuerpo todo el año. No sucede lo mismo con otros famosos.

Si la factura del seguro del pandero de JLo es proporcional al volumen del mismo, ahora entendemos que le haya costado una pasta. Cansados de tanta modelo flaca, Jenni puso de moda las curvas en Hollywood. Moda a la que también se unieron otras mujeres despampanantes como Beyonce. La López explota como nadie su lado sexy. Se muestra orgullosa de su culete y sus patorras. Los enseña sin complejos. Pese a que la gravedad también hace su trabajo con las celebrities y la celulitis se manifiesta, a ella no parece importarle. Mejor ver los jamones de ella que la carne escurrida de Marc.






Así de estupenda y lozana luce Mariah Carey sobre la arena. La mujer vive en una dieta continua aunque en pocas ocasiones surte efecto. Su cuerpo ya se ha adaptado a la forma curvilínea y no existe manera humana de reducir peso. Ella, lejos de deprimirse, se considera un icono femenino que derrocha sensualidad. De otra forma, no podemos entender que se atreva a lucir modelitos tres tallas más pequeñas. Un clásico en su estilo. Vale que sea fiel a sus principios estéticos, pero en traje de baño, no. El photoshop todo lo soluciona pero alguien debería decirle a Mariah que con tan poca tela es mejor taparse con un pareo.






Las mujeres no son las únicas en lucir sus redondeadas curvas. Así de hermosote vimos a Kevin Federline mientras se daba un tranquilo baño en la pisci. ¿Quién te ha visto y quién te ve, Kevin? Has pasado de agitar a las masas de fans con tus raps y bailes ha convertirte tú mismo en una gran bola de masa. Ese cuerpo se consigue a base de zampar y zampar. Aunque con la ajetreada historia amorosa que protagonizó con la Spears es lo menos que le podía haber pasado. A Britney tampoco la hemos visto más saludable que a él. La ex princesa del pop dejó de ser referente adolescente para protagonizar tantos escándalos como kilos aumentaba su cuerpo.






Chicos, si este año no habeís llegado a tiempo a la operación bikini, no os preocupéis. Comenzad a preparar la del próximo año. Este verano a lucir cuerpo estufa sin complejos. Si los VIP lo hacen, el resto de los mortales también podemos. Mientras nos llega la jornada playera nada mejor que un heladito para refrescarse...


12.6.11

De mayor quiero ser jequesa.

Algo está cambiando en la sociedad para que las niñas ya no quieran ser princesas. Los palacios con sus príncipes azules pasaron a la historia y las madres tendrán que acostumbrarse a que sus niñas les digan: "mamá, de mayor quiero ser jequesa". La culpable de todo esto es la llamada perla del Golfo, o lo que es lo mismo, Mozah Bint Nasser Al Missned, más conocida como Sheikha (jequesa) Mozah. Es la segunda de las tres esposas del jeque de Qatar y la única con proyección pública.






Su fecha de nacimiento es un misterio, aunque se cree que nació en 1959, por lo que tendría 52 años. Lo que sí sabemos es que es madre de siete hijos (el primero y sucesor al trono, Jasim, tiene 32 años, y el más pequeño, Khalifa, 12). Abandonó sus estudios de Sociología para casarse con el jeque de Qatar, Hamad bin Khalifa Al-Thani y es la primera dama islámica más influyente del mundo. Su elegancia y su belleza la convierten en un icono de Oriente desbancando incluso a Rania de Jordania y lo tiene todo, salvo un marido de dudosa belleza, para que las niñas sueñen con ser jequesas.






Cada año visita la SHA Wellness Clinic en Altea (Alicante) para someterse a una cura integral de belleza. Con ella viajan 42 baúles de Louis Vuitton y 15 asistentes. En sus mansiones cuelgan cuadros de Damien Hirst, el artista vivo mejor pagado, valorados en más de 72 millones de euros. Posee una colección de joyas únicas entre las que destacan el famoso collar Serpent de Cartier, de 20 millones de euros, y una colección de alta costura vintage con trajes de Chanel, Saint Laurent, Valentino o Balenciaga. Por si esto fuera poco, la revista Forbes la ha incluido en la lista de las mujeres más influyentes del mundo.

Sus turbantes se han puesto de moda y son la sensación del verano, así que, mamás de todo el mundo, ya no teneis que preocuparos si vuestras niñas no quieren cortarse el pelo para tener una larga melena de princesa. ¡Ya no hace falta! Ahora solo tenéis que enseñarles desde muy pequeñas a ponerse el turbante y a posar como una auténtica jequesa.






Está claro que algo debe tener Mozah para que el jeque la elija como única esposa con proyección pública y deje que opine en los temas políticos de su país. La jequesa está de moda, eclipsa con su belleza y su elegancia y ni Leti, ni Kate, ni Mette-Marit, ni siquiera Carolina, tienen ese halo especial que desprende la jequesa. Así que, porque ha sido todo un descubrimiento, porque es maravillosa, porque no se puede llevar mejor un turbante ni una cartera de mano, porque mezcla tradición con modernidad, por su eterno bronceado y sus estilosos vestidos...






¡De mayor yo también quiero ser jequesa!


7.6.11

Cuando ella quiere decir él.

Cuando llegas al mundo en Swakopmund porque a tu madre le sale del moño parir en pleno desierto africano y liarla parda con unas medidas de seguridad que ni en la NASA. Cuando tu padre decide que no tendrás la nacionalidad americana, sino la de Namibia, porque le sale del pepino. ¡Come pepino! Cuando tu familia parece una ONG y os sacan de paseo por turnos. Cuando tu madre tiene una colección de cuchillos en casa y a tu edad, además de autolesionarse, asesinaba alegremente a todas sus mascotas. Y cuando tu padre tiene un estilista sólo para que cuide su barba de vagabundo... Normal, lo que se dice normal, no es normal que salgas.






Y es que la pequeña Shiloh Nouvel Jolie-Pitt, que el pasado 27 de mayo cumplió cinco añitos y lo celebró con una fiesta pirata, no quiere ser chica. A ella, más que ser la damisela en apuros, lo que de verdad le mola es ser el príncipe salvador. Y sus papás, que son de lo más moderno que ha parido madre tanto aquí como en Namibia, pues le dejan que vaya a su pedo.

Al parecer todo comenzó hace un año, cuando la primogénita biológica y tercera de los seis churumbeles que tienen Brad Pitt y Angelina Jolie, se despertó en medio de la noche gritando como una loca. La pequeña no quería tener el pelo largo. Y su mamá, muy obediente ella, pues se lo cortó. Bueno, ella no. Un peluquero carísimo de Los Ángeles. Luego vinieron las corbatas, los pantalones masculinos, las sudaderas de rapero... Según Angelina es la propia Shiloh la que elige sus estilismos varios. Aunque algunas lenguas viperinas apuntan a que es la Jolie, con su vicio por llamar la atención, la responsable del cambio de look de la niña. Cosa que tampoco sería de extrañar si repasamos el historial que tiene a sus espaldas...






Shiloh, aunque prefiere que la llamen John, es la última hija de celebrities en cambiar de identidad sexual. Pero no es la única. Y si no que se lo pregunten a Cher. Que la pobre tiene un disgusto que no puede con la vida. La dulce niña de sus ojos se ha convertido, a sus 41 años, en un camionero de 200 kilos que si le mete una hostia le salta las costuras de su último lifting. Ella que es tan femenina y tan fina... Cher está pa que le de un chungo. Y la verdad es que ver a Chastity Bono convertida en Chaz da impresión. Pero la buena de Cher, aunque no lo comprenda, dice que lo apoya.






El que ni lo entiende. Ni lo apoya. Ni quiere que le hablen del tema. Es Warren Beatty. El ya anciano actor, esposo de Annette Bening, mujeriego empedernido y todo un macho de pelo en pecho, está flipando con su hija Kathlyn. La joven ya avisó a sus progenitores, y el que avisa no es traidor, que cuando cumpliera la mayoría de edad empezaría los trámites para su operación de cambio de sexo. Y en eso está. Warren creyó que podría hacerle cambiar de opinión. Como si esto se tratara de pedir café sólo o con leche. Anda que... Y como Kathlyn, que ahora se llama Stephen Ira, pasa como de comer mierda de escucharle... ¡Warren está que le da un parraque!






Nada, Shiloh, tú a lo tuyo. Ya ves que no eres la única. Y a quién no le guste... Pues que le den por donde amarga el pepino. ¡Come Pepino! ¡Viva el pepino! ¡Toma pepino!