17.4.11

Suri cumple cinco añitos.

Dentro de unas horas la pequeña Suri Cruise cumplirá cinco años como cinco soles. Y la verdad es que todavía no sé muy bien si felicitarle o darle el pésame. Porque la pobre chiquilla, con este nuevo año a sus espaldas,  se acerca peligrosamente hacia la auditoria a la que todo cienciólogo que se precie debe someterse. Es lo que tiene que tus padres pertenezcan a una religión que proclama a los cuatro vientos que los humanos fuimos plantados en la Tierra por alienígenas. Mira tú. Como quién planta unos cuantos nabos en el huerto de su casa.

A mi plin. Vamos, que cada uno con lo suyo. Pero no me parece justo que los niños sufran las consecuencias de las gilipolleces de sus padres. Si nada ni nadie lo impiden, y en cuanto cumpla los seis años, Suri deberá conectarse a un electro-psicómetro y someterse a un interrogatorio sobre su vida. Deberá contestar a un total de 99 preguntas tipo... ¿Tienes un secreto? ¿Alguna vez has sido cobarde? De este modo se detectarán las zonas de angustia o sufrimiento espiritual de la niña. ¡Manda cojones! ¿Por qué no se conecta la máquina Tom Cruise a la polla? Otra cosa no, pero la zona de angustia estaría bien clara... Suri, hija, prepárate. Trauma a la vista.






Menos mal que pertenecer a la Cienciología también tiene cosas buenas para Suri. Como la tratan como si fuera una adulta porque su cuerpo es el recipiente de almas antiguas que han pasado por muchas vidas... Sí. Sí. Para mear y no echar gota. Pero así se las gastan los cienciólogos. Bueno, la cuestión es que la niña aprovecha la coyuntura para hacer lo que le sale del moño. Le compran todo lo que se le antoja. Se queda hasta altas horas de la madrugada en los restaurantes de moda con sus papuchis. Y se convierte en la niña del exorcista cuando le viene en gana. Y que ni se te ocurra decirle nada. Hay que dejarla hasta que se le pase la rabieta. Palabra de alienígena.

Suri decide lo que quiere. Cómo. Y cuándo. Y sus deseos son órdenes para sus papás, a los cuales debe llamar por sus nombres de pila. Tom y Katie. Así se explican esos modelitos que se gasta, más propios de Paris Hilton que de una niña de cinco años. Esos taconazos. Esos bolsos. Ese maquillaje de Sephora. Y es que no se le pueden poner limitaciones. ¡Venga! ¡Alegría! Y si la niña quiere seguir usando el chupete a sus casi cinco años, pues que lo use. Aunque la boca se le quede hecha un cristo. Que se quiere poner ciega a pasteles mientras desayuna en la cama. Pues que se ponga. Y si se le antojan unas tostadas a las 2 de la madrugada. Pues que el servicio se las prepare echando hostias. Que está obsesionada con vestirse de princesa. Pues se le compran unas cuantas tiaras por 25.000 dólares y se le construye un castillo rollo Disney por otros 100.000... ¡Y punto! Oye, para ser cienciólogo hay que estar forrao, ¿no?






Desde luego Suri no es una niña normal. Aunque claro, si tu padre se llama Tom Cruise y se quiere comer tu placenta nada más nacer... Pues qué quieres. Y tampoco es que ayude mucho el aislamiento al que te someten. Tu mamá corre como loca mala al acabar tus clases de danza para sacarte de allí sin cruzar palabra con nadie. Porque no puedes hablar con niños no cienciólogos. Recuérdalo siempre. Y como no tienes mucho dónde elegir y estas un poco sola... Pues te ponen a estudiar español, francés, violín y mil cosas más. Tienes seguridad a tu disposición las 24 horas del día. Creen que eres la reencarnación de un alma vieja. Y para colmo se rumorea que tu padre es  el fundador de la Cienciología, L. Ronald Hubbard, cuyo esperma utilizaron para fecundar a tu madre. ¡Pa que vuelvas! Con la que tienes encima bastante bien has salido.

Suri se podrá olvidar de todo por un día. El día de su cumpleaños. Un día en el que los elefantes y las jirafas camparán a sus anchas por el jardín de su mansión hollywoodiense. Un día en el que todo el mundo irá disfrazado de los personajes de Alicia en el país de las maravillas. Un día en el que tomará el té con sus amigas cienciólogas. Y romperá una piñata a mamporro limpio.






Disfruta Suri. Que se avecina tormenta. ¡Happy Birthday! O no...


1 comentario:

Ingrid dijo...

¡Pobre niña rica!