29.3.11

Ellos las prefieren sencillas.

No ocupan portadas de revistas ni programas de televisión. No son las más guapas ni las más feas. Tampoco llaman la atención por nada en especial, salvo que sus novios o maridos son famosos. Y es que entre tanta waka pareja, posados en bikini de Irina Shayk y Carbonero hasta en la sopa, ya era hora de hablar de ellas. Dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer y parece que en los siguientes casos se cumple a la perfección. Ahí tenemos a Xisca Perelló, una joven de 21 años recién licenciada en Administración y Dirección de Empresas. Una chica de lo más normal de no ser porque su novio es el número uno del tenis: Rafa Nadal. La chica iba en metro a la facultad y hasta ha compartido piso con otros estudiantes. Viste con vaqueros y camisetas en colores básicos y podríamos decir que es la sencillez personificada. La pareja se conoce desde que tenían catorce años ya que Xisca era amiga de Isabel, la única hermana del tenista. Vamos, la típica relación de toda la vida. Ella es un gran apoyo para Nadal e intenta huir de la prensa siempre que puede, porque la chica otra cosa no, pero discretita es.








Pero vayamos con otra historia. Uno de nuestros jugadores de fútbol más internacionales, Fernando Torres, está felizmente casado con Olalla Domínguez. La suya si que es una historia de amor eterno. Se conocieron también con catorce años, en plena Costa da Morte, en Estorde, donde Fernando Torres veraneaba con su familia. Olalla, de 25 años, nacida en Santiago de Compostela, no dudó en marcharse a Madrid junto a su novio, donde él empezó a debutar en el Atlético de Madrid, convirtiéndose en una estrella tan importante que hasta el Liverpool quiso ficharlo. Y lo fichó. La pareja no lo dudó y se trasladó a Inglaterra, donde tuvieron que soportar el acoso de la prensa británica con la joven y las críticas que recibió por su estilo desenfadado. Ahora son padres de dos niños: Nora y Leo. Olalla se enamoró de un chico que le daba patadas al balón y se ha convertido en la mujer del fichaje más caro del fútbol inglés, nada menos que 58 millones de euros, sin embargo nunca ha querido destacar ni ocupar portadas en la prensa. Se mantiene al margen, discreta, sin dar titulares. Toda una lección de saber estar.








Pero no solo en el panorama nacional podemos encontrar parejas en las que ellas no sean espectaculares. Sin ir más lejos, en Hollywood, tenemos algún ejemplo. El James Bond más sexy, Pierce Brosnan, está realmente enamorado. Y podemos afirmarlo en mayúsculas, porque su mujer, Keely Shaye, buena, lo que se dice buena, no está. La mujer no dedica mucho tiempo a darse cremas anticelulíticas ni mucho menos a hacer dieta. Él, sin embargo, con los años mejora. Ella es la mujer sin complejos. Con la seguridad que le da estar casada con uno de los hombres más atractivos de Hollywood, ha decidido dedicarse a la buena comida y a la buena vida. Sus michelines no le importan ni lo más mínimo. Así que a lucir "cuerpazo" en la playa y los demás que miren, que por la noche ya disfrutará ella de su agente 007.








En definitiva, el amor no entiende de físico y da gusto verles así, tan enamorados, tan sencillos, tan de la calle, tan normales...Parece mentira, pero encontrar una pareja "normal" en el mundo de los famosos no es fácil, así que por ellas, porque no son las protagonistas, ni tienen ojazos, ni tetas de escándalo, ni están en boca de todo el mundo, Xisca, Olalla y Keely merecen un hurra.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hurraaa!!
jajaja

Anónimo dijo...

Como pareja si, luego pagarán a prostitutas guapas que no tengan nada que ver con ellas.
Los hombres son así...