Conspiraciones en palacio.

Hace unos días asistíamos a uno de los momentos más esperados y que muchas revistas estaban deseando: el encuentro entre nuestra princesa Letizia y Rania de Jordania. El parecido físico entre las dos es cada vez más evidente y todos deseábamos verlas posar juntas para comparar. ¿Quién se parece a quién? ¿Quién copia a quién? Dicen que Letizia se rizó el pelo para no parecerse a Rania. Ella era consciente de que la visita a los países árabes, lejos de la importancia política y diplomática, iba a centrarse en esa fotografía. Y así fue. Al igual que ocurrió cuando Nicolás Sarkozy y Carla Bruni visitaron nuestro país. La imagen de las dos subiendo las escaleras de palacio todavía está en nuestras retinas...

Pero Rania y Letizia no solo están unidas por el físico. Existen más parecidos entre las dos princesas que hacen que aumenten las comparaciones. Aparentemente dan la imagen de "princesas del pueblo" pero, ¿es realmente así? Las dos son criticadas por el excesivo protagonismo con el que actúan. Rania es acusada de ser derrochadora en un país pobre. Se pasa más tiempo en las tiendas más exclusivas de la quinta avenida de New York que en Jordania. Además, los documentos de Wikileaks han puesto al descubierto el verdadero papel de Rania. Hablan de una mujer inteligente y preparada. Dispuesta a no ser relegada como otras consortes a un papel secundario en la dirección de su país. Es tal su participación en la política con su marido, el rey Abdalá, que hasta se ha llegado a hablar de la posibilidad de que el rey la repudie, ante las continuas protestas y revueltas del pueblo.

Letizia tiene un comportamiento similar. ¡Hasta le escribe los discursos a nuestro Príncipe! Dicen que desde entonces habla mejor en público pero ese afán de protagonismo no gusta mucho al Rey, al que, por cierto, Letizia increpó en público para que posara mejor con la prensa. ¡Cómo se le ocurre! ¡A su suegro! ¡A nuestro Rey!

Las malas lenguas dicen también que Rania influyó mucho para que su esposo fuese coronado Rey. Dos semanas antes de morir el Rey Hussein, en 1999, ocurrieron cambios inesperados en la sucesión del trono. La lucha estaba entre el rey Abdalá, hijo de su matrimonio con la princesa Muna, y Hamzeh, primogénito nacido de su relación con la entonces reina Noor. Pese a que Noor defendía la candidatura de su hijo, el rey Hussein acabó nombrando heredero a Abdalá. Rania se convertía en la reina más joven del mundo con 29 años. La viuda, la reina Noor, comenzó una nueva vida en su país natal, Estados Unidos. Una vez más, ganó Rania.

Noor fue destronada como lo está siendo poco a poco nuestra reina Sofía. Cada vez que hay un acto en el que está con Letizia, ella es la protagonista. En la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica acaparó los micrófonos y dejó a la Reina en un segundo plano. Dicen que el Rey está dolido por ello. Le abrieron las puertas de palacio con mucho cariño y no están recibiendo el trato que esperaban... ¿Qué pasará en un futuro? Sólo con el tiempo lo sabremos. De momento, Letizia acapara el centro de atención. Para muestra, un botón. ¿Cuál fue la mejor fotografía Nikon 2010? Aquí está. Sobran las palabras...