Nos vamos de boda. Pero no a una boda cualquiera, sino a una boda real, porque ya queda muy poquito para que el próximo 29 de abril, Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton se den el sí quiero en la abadía de Westmister de Londres. Si eres una de las 1.900 personas afortunadas que han recibido la invitación estás de enhorabuena. A tu buzón ha llegado una tarjeta gruesa con bordes biselados en dorado en el que se pide a los caballeros que vayan de uniforme o chaqué. Si no has tenido esa suerte, no te preocupes, desde aquí te contaremos todos los detalles y para ir abriendo boca vamos con los preparativos.
A la ceremonia han sido convocados más de 1.000 amigos de los novios, 50 miembros de la familia real inglesa, 40 de otras casas reales (por cierto, ¿irá nuestra princesa con sus pestañas postizas?), 200 miembros del Gobierno y Parlamento, 80 personas de organizaciones benéficas y 60 primeros ministros y gobernadores. La reina Isabel II ha sido la que se ha encargado de realizar las invitaciones para la boda de su nieto. De todas esas 1.900 invitaciones que se han enviado, solo 600 personas han sido invitadas a la recepción posterior en Buckingham y 300, a la cena y el baile que pondrán fin a los festejos.
De entre todos los invitados, se encuentra la spice más internacional, Victoria Beckham, que acudirá junto con su marido David Beckham. Pero además, ha conseguido que Kate Middleton se interese por su última colección primavera-verano, para añadir alguno de los vestidos a su guardarropa, antes de que se celebre su enlace. Victoria está encantada de vestir a la futura reina de Inglaterra y así lo hace saber cuando tiene ocasión a los medios de comunicación. Pero volvamos a la boda.
Sabemos que el padrino será el príncipe Enrique y se rumorea que Chelsy Davy, su ex novia, le acompañará en la boda. Pippa, hermana de la novia, será su dama de honor. Además, tendrán seis pajes, entre los que están la nieta de Camila e hijos de amigos de los príncipes. Todo queda en familia. La Casa Real Británica también ha anunciado que, tras su boda, los novios realizarán su primer viaje oficial a Canadá a finales de junio. Y el secreto mejor guardado de toda boda, el vestido de novia, se daba a conocer hace unos días. Alexander Mcqueen será la firma elegida para vestir a Kate Middleton. Sarah Burton, la directora creativa de la firma que asumió el control tras el suicidio de Alexander el pasado año, será la encargada de diseñar el vestido.
Hablando de vestidos. El que lució Kate en un desfile en 2002 y por el que dicen que Guillermo quedó totalmente enamorado, saldrá a la venta el 17 de marzo y se espera alcanzar hasta los 12.000 euros. Su creadora, Charlotte Todd no cabe en sí de gozo y asegura que el vestido fue el culpable de que Guillermo se enamorara de Kate, algo que no dudamos, pero la verdad, de vestido tiene muy poco.
Pero no todo es tan maravilloso como parece. La Familia Real no está tranquila debido a las informaciones sobre una red de grupos antisemita llamada Network X, que podría estar preparando diferentes acciones a perpetrar durante el recorrido de los recién casados hasta el palacio de Buckingham. Esperemos que todo quede en un susto. Y mientras llega el día de la boda, siguen saliendo informaciones cada día. Uno de los datos más sorprendentes, es que disfrutarán de la boda (en calidad de empleados), quienes superen las pruebas para asistentes de la sala de café o para lavar platos, según los anuncios de empleo que Isabel II ha colgado en su web.
Otros, sin embargo, se empeñan en asistir a la boda sea como sea. Y si no, que se lo pregunten a Estíbaliz Chávez, una joven mexicana de 19 años que lleva más de dos semanas en huelga de hambre para conseguir que Guillermo y Kate le inviten a su boda. Está claro que los novios desatan pasiones, desde aquí, les damos la enhorabuena y solo esperamos que Kate Middleton tenga mejor suerte que la malograda Ladi Di a la que muchos siguen llamando la reina de corazones...
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