Y no lo digo porque nuestro querido Javier esté gordo. Que lo está. Que uno no sabe a quién le ha sentado peor el embarazo, si a él o a su santa esposa. Pero ya se sabe... Que si los antojos. Que si la depresión post-parto. Que si un secretismo que ni los expedientes clasificados de la NASA. Demasiada presión. Y claro, a uno le da por ponerse fino. Y de paso, como un fardo. Pero no. No lo digo por eso. Lo digo porque aunque los chinos se empeñen a golpe de dragón y rollitos de primavera en sumirnos en el año del conejo, lo cierto es que el 2011 bien podría ser el año de Ja. Y es que el hijo de Pi, marido de Pe y cuñado de Mo está que lo parte.
Javier Bardem ha comenzado el año siendo papá, nominado al Oscar como mejor actor protagonista y con una oferta multimillonaria para unirse al reparto de la nueva entrega del agente 007. Y no. No le han propuesto enfundarse en el esmoquin de James Bond. Que para eso está el buenorro de Daniel Craig. Porque seamos sinceros, no me imagino yo a Ja saliendo del mar con un fardahuevos ajustadito luciendo abdominales como piedras. No. Al muchacho le han propuesto ser el malo malísimo de la función. Y mira, eso sí le pega. Aunque conociendo sus ya famosos desplantes a proyectos de envergadura no es muy seguro que acepte...
Lo que sí es seguro es que los yankis adoran al actor más internacional que ha parido nuestra madre patria. La propia Julia Roberts ha hecho campaña entre sus coleguis, como si de unas elecciones presidenciales se tratara, para que Bardem consiga su tercera nominación a los Oscar. Y es que al parecer se hicieron super amigüitos rodando su última peli. Que por cierto, era un truño no... Lo siguiente. Pero a lo que íbamos. Que los americanos se han vuelto locos con nuestro Ja. ¡Si hasta lo incluyen en las listas de los hombres más guapos del planeta! Y mira, por ahí si que no paso. Que es muy buen actor. Sí. Pero feo es un rato. Y no me importa lo que digan los yankis. Sólo hay que ver el cartel de la película que tanto reconocimiento le está dando...
Y a todo esto nuestro Ja se deja querer. Mira tú. Mucho "no a la guerra", mucha manifestación contra el capitalismo americano, mucha pancarta y mucho rojo. Pero al final en Estados Unidos que está viviendo. Y no se le ve muy incómodo, no creas. Ay, Javier. Que somos presos de nuestras palabras y de nuestros actos. Pero a ti, desde tu mansión con palmeras y servicio, desde tu fiesta baby shower con Leonardo DiCaprio y Bar Rafaeli de invitados, desde las canchas de la NBA o desde los platós de televisión yankis... A ti te la suda. ¡Que la vida son dos días! Y me parece bien. Pero luego no me vengas con el puño en alto.
En fin... ¡Feliz año de Ja para todos!
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